Yo seguía perdida en mi libro, no me había percatado de su presencia, nadie me hablaba, tan solo era una niña extraña. El, sin embargo, fue muy amable conmigo, a pesar de la corta edad, se sentó junto a mi, me hizo reír, nunca había conocido a alguien tan lindo, el patinaba, y desde entonces fue mi mejor amigo, todo lo compartíamos, a pesar de la distancia, ya que en ese entonces vivía en otro lugar; el tiempo paso, cada día que pasaba con el era increíble, sin querer el amor me fue envolviendo, ya solo podía pensar en el brillo de su mirada, tan solo lo veía cada fin de semana, pero los 5 días me la pasaba con la mente en otro lado, pensando en todo lo que tenía que contarle, en todo lo que haríamos en tan poco tiempo... El siempre me decía "Tu eres el ángel que me mando mi hermana, nunca te vayas de mi lado" siempre le contestaba que si, eso era lo que quería... Quedarme a su lado eternamente, que me quisiera así como yo lo quería, jurarnos amor eterno, aunque fuéramos tan solo unos pequeños, inocentes en el juego del amor. Fueron días llenos de diversión, de alegrías y de amor, éramos los mejores amigos, el me conocía totalmente y yo a él también, era mi único confidente, en quien yo podría mis manos sin pensarlo dos veces...
Los años pasaron, mi vida empeoraba, y el era lo único que me importaba, y aun así me quite la vida, o al menos lo intente...
Mi madre lo mal pensó, lo culpó a el, aquel tierno niño, de dulce mirar; me prohibieron verlo, pero no quería estar sin el, comprendí que era mi primer y único amor, la única persona en el mundo con la que yo quería estar. Sin importar nada, lo seguí viendo, me inventaba excusas, mi madre no sospechaba, y yo era feliz, el me consentía, me compraba todo lo que quería, me daba todo lo que según el yo merecía, en mis cumpleaños, fechas especiales o incluso cualquier día, no le importaba cantarme una canción, componerme una letra, darme detalles, sorprendente con su imaginación, el vivía solo en su casa, sus padres en Londres estaban, tantas canciones dedicadas, cada sonrisa que yo le regalaba, el lo era todo, siempre lo fue, y cuando me pidió ser su novia, ese fue el mejor día de mi vida, estar en ese balcón, con un vestido del siglo XVIII, el disfrazado de caballero, al pie de aquel lugar, que se hincara y lo dijera, me quería aventar de la emoción, pero el subió y me beso, no recuerdo beso mas dulce, mas perfecto... Yo estaba en el mismo cielo, yo era su "doncella" pero el era mi "caballero" . Muchas veces le pregunte por que me quería, pero siempre me decía la misma respuesta "Por que eres tú" y un beso le seguía, y así fue como nuestro amor crecía día a día, pero mi madre no lo sabía...
El tiempo paso, la felicidad me llenaba, pues aun cuando estaba triste sus palabras me reconfortaban, "si esto no es amor ¿entonces que lo es?" .
Pero entonces llego el día que tanto temía, sus padres querían que el se fuera a Londres, con ellos, a estudiar la Preparatoria, el no quería, y me dijo que si yo le pedía que se quedara, el lo haría; muchas noches pasaron, no dejaba de pensar en ello, pero al fin tome una decisión, no podía ser egoísta, yo lo amaba, pero no quería que se quedara sin futuro por mi culpa, le dije que termináramos, que sería lo mejor que se fuera "No te olvidare, soy tuyo, siempre lo seré, mi amor por ti es eterno, pero sin embargo, alguien como tu, no puede quedarse soltera, encuentra a alguien que te haga feliz, pero recuerda, que yo siempre estaré para ti..." Las lagrimas acudieron a sus ojos, al igual que a los míos, nos abrazábamos por horas, que tan solo fueron minutos, sin saber que esa sería la última vez que estaría entre sus brazos, la última vez que besaría sus dulces labios, que escucharía un "Te Amo" de su voz, ver sus ojos mirarme, sentir el roce de su piel sobre la mía... le susurre al oído "Tan solo prométeme que volverás y que no habrá día que no pienses en mi, así como yo lo haré en ti..." Me levanto mi rostro, lo mire a los ojos, una sonrisa se dibujo en su boca, suspiro y luego me dijo: " Siempre lo hago, siempre lo haré, aun cuando mis pulmones dejen de recibir aire, aun cuando mi corazón dejara de latir, siempre estaré pensando en ti, volveré, y ya nada podrá separarnos, viviremos juntos, y así nos quedaremos hasta que nuestros corazones se detengan" No quería dejarlo, mi corazón se estaba partiendo, mi alma se destruía, y mientras lo vi irse le grite "¡Mi corazón es tuyo! ... Siempre lo será" el sonrió nuevamente, y tan solo siguió su camino...
Ahora estoy muerta en vida, el ya no esta, ya no mas... Lo extraño demasiado, me cuesta respirar, a veces quisiera irme con el, pero no lo haré, aún tengo gente que me necesita, sin importar el dolor que guarde en mi alma, sin mencionar que al escuchar su nombre se me desgarra, que las lagrimar brotan de mis ojos, pero que ya no quiero llorar, soy feliz al saber que esta en un lugar mejor, que ya no vera la porquería que este mundo... Siempre fue mio, jamás tuvo otra novia, fui la única chica en su vida, y el sera mi único y eterno amor...
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